Veinte años de mi vida dedicados al estudio de la verdad, ese intangible, a laque vengo a descubrir en el desarrollo de los sistemas complejos. Esta revelación de características casi religiosas me han generado la inquietud de analizar la dinámica de la vida diaria, bajo el lente de la complejidad.
No tengo el ánimo de resolver esa complejidad, pero critico a los que critican soberbia e inculta y trati de ver a los conflictos como una parte de esa vida compleja. enla que solo tienen administración y nunca resolución.
Con la filosofía económica que me fuera transmitida en la universidad, intento desandar las vias de este sueño que llamamos vida y proponer pensar en la mejor forma de encarar un presente continuo para un futuro perfecto.